Una de las claves para poder ahorrar energía en nuestros lugares de trabajo es tener una persona que se ocupe de optimizar el uso que se hace de dicha energía, tanto térmica como eléctrica. Esta persona es el gestor energético y tiene que llevar a cabo las acciones necesarias de manera continuada en el tiempo para que las instalaciones funcionen de manera correcta bajo criterios de ahorro y eficiencia energética.
El gestor energético deberá, en primer lugar,controlar de manera periódica el consumo de energía de la instalación. Controlar, por ejemplo, mes a mes las facturas de electricidad y combustibles permite saber si nuestro consumo se mantiene estable o se ha incrementado: si así fuera, el gestor energético tiene que buscar las causas de este aumento y corregirlas o plantear las substitución de todas las bombillas halogenas o tradicionales de la empresa por Bombillas LED más económicas que nos permitirán un ahorro importante. Es especialmente interesante comparar una factura con la del mismo mes del año anterior para ver cómo ha evolucionado nuestro consumo en igualdad de condiciones climáticas.
El gestor energético deberá identificar además cuáles son los puntos de mejora de la oficina. Una herramienta de soporte importante para esto es la auditoría energética. En este sentido, un proyecto de auditoría energética identificará en la oficina las ineficiencias energéticas y redactará una serie de medidas para paliar dichas ineficiencias. Estas medidas de ahorro se basarán no sólo en la implantación de nuevos equipos y dispositivos, sino también en la adopción de hábitos de consumo que fomenten el ahorro energético. Además, la auditoría deberá cuantificar las acciones a llevar a cabo según variables como el coste de inversión, el periodo de retorno o el ahorro energético y económico generado. Con esta batería de medidas de ahorro, el gestor energético será capaz de establecer un plan de inversiones enfocado a la reducción del consumo de energía a lo largo del tiempo.
Una asesoría puede, además, conseguir tarifas especiales de las empresas comercializadoras cuando se trata de volúmenes importantes, dándoles el trato especial de “colectivo”.
Por otra parte, hay compañías eléctricas que están cobrando el 100% del fijo aunque el consumo de la potencia es mínimo, mientras que otras sólo cobran el 85% por no llegar a los mínimos de consumo. Recordad que estamos en un libre mercado y por tanto los precios de la potencia como los del consumo pueden variar en cada una de las tarifas de cada compañía.
También hay que tener en cuenta que existen compañías que te dicen que te mantienen el precio de la electricidad durante todo 1 año, pero luego en la letra pequeña del contrato se escudan en un párrafo para incumplirlo; como el mercado es muy variable, es fácil que luego el comercial de turno acabe escudándose en que subió (por ejemplo) la parte de la tarifa que depende del Gobiern