Hace unos meses se hizo pública la noticia de que Amazon estaba implementando una red de drones para realizar los envíos desde los almacenes satélite de la compañía hasta la mismísima puerta del comprador. Si bien es verdad que esta técnica aún peca ligeramente de futurista, los recientes movimientos de la empresa apuntan que está interesada en cubrir toda la cadena de distribución.
La multinacional americana, dedicada al comercio online (eCommerce), está apostando por la cobertura completa del proceso de compra, incluyendo el transporte hasta el cliente final. De este modo, Amazon se convertiría en un operador logístico integral, gestionando desde los stocks de productos disponibles hasta las rutas más eficientes para realizar los envíos al destinatario.
Con esta nueva estrategia comercial, la empresa busca alcanzar el Santo Grial del eCommerce: la posibilidad de obtener el producto el mismo día de la compra -un motivo menos para los usuarios tener que ir a tiendas o grandes superficies físicas.
Con su propia flota de camiones, Amazon dispondrá de total flexibilidad para realizar los envíos, ofreciendo más franjas horarias de entrega (durante la madrugada, cuando el tráfico es menos denso), trazabilidad de las entregas más precisa, y mejor adaptabilidad en función del volumen de paquetes a distribuir, absorbiendo los picos de demanda en períodos como Navidad.
Aun así, esta nueva estrategia representa un riesgo para la compañía, ya que tendrá que hacer frente a grandes operadores logísticos internacionales como UPS y FedEx, empresas con años de experiencia y una extensa y optimizada red de distribución.