La Agencia Tributaria lleva tiempo luchando contra el fraude fiscal y la economía sumergida. La última aventura de la Administración para acabar con esto pasa por controlar los programas informáticos que permiten llevar una contabilidad B u oculta dentro de la empresa.
El fin no justifica los medios y en esta ocasión, se está poniendo en duda la seguridad jurídica de los ciudadanos de este país. La legislación actual no permite llevar un control de la contabilidad de una empresa, luego, cómo si se podrá llevar a cabo el control de los programas informáticos.
Hacienda solo puede acceder a la contabilidad en España de sus contribuyentes bajo un procedimiento determinado de inspección. Luego entonces, la Agencia Tributaria no puede disponer a su antojo de esta información ni tampoco tiene poder para decidir que tipo de programa de gestión debe utilizar cada empresa. Lo que si puede hacer es prohibir determinados softwares que permitan llevar una contabilidad doble pero, de qué manera se puede controlar esto.
Cualquier otra fuente de información que ofrezca datos para acabar con el fraude y la economía sumergida deberá ser requerida formalmente al contribuyente.
Con este tipo de noticias, la sensación que tenemos es que la Administración quiere distraer la atención de los ciudadanos diciendo cuán preocupada está en perseguir y castigar el fraude, aunque lo único que hace es ir a lo fácil e insignificante comparado con el fraude importante que se encuentra camuflado en grandes operaciones.