La capital catalana lleva muchos años (más de 20) cosechando éxitos turísticos de una manera constante y sin interrupción. A día de hoy en este sector no se escatima en lo que a inversiones se refiere, cada día vemos más y mejores hoteles y que ofrecen mas y mejores servicios que evidentemente tiene cada vez un coste de inversión más elevado. Rápidamente nos vienen a la cabeza la compra de la torre Agbar por parte de Hyatt o del Renaissence por parte de un grupo catarí.
Está claro que cada vez llegan más turistas a Barcelona, ya sea mediante agencias de viaje o por cuenta propia, peró, ¿necesita realmente Barcelona toda esta oferta turística? Todos nos hacemos esta pregunta y especialmente después de que el subdirector de turismo de la Generalitat pronunciase las siguientes palabras «En los próximos años tendremos que analizar si Barcelona necesita nuevos hoteles, porque el turismo no crecerá siempre como ahora».
Hasta el momento nadie se atreve a hablar de burbuja, pero si hay expertos que señalan que hay que replantearse si Barcelona que contaba en 2012 con 365 establecimientos que suman 34.453 habitaciones puede aguantar este ritmo durante mucho tiempo.