Según un estudio realizado recientemente por índice laboral manpowergroup la tasa de paro en España se situaría alrededor del 15%. En la actualidad tenemos, según la EPA (encuesta de población activa), un 24% de paro. Con una mayor incidencia entre las mujeres, habiendo un 25,4% de desempleo entre las féminas. La tremenda crisis que no tiene fin ha puesto en jaque a muchas familias que se han visto atropelladas por despidos, expedientes de regulación de empleo y han tenido que buscar la ayuda de abogados laboralistas para conseguir tener un fin digno.
El informe advierte del envejecimiento de la población en 2023 y asegura que para entonces la población en edad de trabajar habrá retrocedido en 960.000 personas. El grupo más perjudicado será el comprendido entre 16 y 36 años que sufrirá una pérdida del 16 %, mientras que se ganarán activos entre 40 y 66 años, un 7,4 % más.
Queda mucho camino aún por recorrer juntos, sin que las políticas de empleo del gobierno actual mejoren la situación de tanta gente que vive con menos del SMI (salario mínimo interprofesional). Ni que decir del hecho de ver como jóvenes y no tan jóvenes se ven obligados a salir al extranjero en busca de oportunidades laborales. Reino Unido y Alemania son líderes en este momento en la oferta de empleo.
Quien más o quien menos conoce a vecinos, amigos o familiares que deciden marcharse al extranjero en busca de una vida mejor, bien a Europa o fuera de ella. Al escuchar estas historias parece que nos transportemos a la emigración española que tras una larga duración finalizó en 1986 con la entrada del país en la Unión Europea y la posterior tranquilidad económica.
Sólo queda, ojalá, que los brotes verdes se conviertan en plantas enredaderas que nunca más dejen de crecer y que nos atrapen a tod@s.