En épocas de crisis, las empresas realizan los ajustes de plantilla de distintas formas: despidiendo a trabajadores, suspendiendo el trabajo durante un tiempo o reduciendo las horas de jornada laboral. Para cada uno de estos supuestos hay regulado un ERE específico.
Un ERE es un procedimiento contemplado en la actual legislación española mediante el cual una empresa en una mala situación económica, busca obtener autorización para suspender o despedir trabajadores. Lo más adecuado si nos encontramos en esta situación y no hemos tenido mucha información por parte de la empresa es obtener la ayuda de un profesional, es decir, un abogado laboralista concretamente, un abogado especialista en ERE.
Los Eres más comunes son:
ERE de extinción: supone la finalización definitiva de la relación laboral entre empresa y parte de los trabajadores, lo que generalmente se conoce como despido colectivo. Es la opción más desfavorable para los trabajadores.
ERE de suspensión: consiste en establecer un nuevo calendario laboral a la plantilla de trabajadores o a una parte de ella, señalándose los días de suspensión, en la que no habrá actividad laboral. Es lo que habitualmente se conoce como “mandar al trabajador a casa”.
ERE de reducción: en este caso también se establece un calendario laboral pero en lugar de suspensión de días se reduce la jornada horaria en determinados días de la semana. El trabajador continúa en su puesto, pero trabajando menos horas o menos días.
El ERE de extinción es definitivo, ya que empresa despide al trabajador. En los dos siguientes, el ajuste de plantilla es temporal, por lo que realmente se habla de un ERTE (Expediente de Regulación de Empleo Temporal).