Para las empresas es muy importante contar con un servicio de asesoramiento jurídico que les ayude a resolver los conflictos legales que puedan ir surgiendo, no sólo con sus trabajadores sino también con los clientes, proveedores o Administraciones Públicas.
Las grandes empresas suelen contar con su propio departamento jurídico, pero para las Pymes no es viable esta solución, ya que les supone un gran coste. Lo mejor que puede hacer usted si tiene una empresa pequeña o mediana es contratar los servicios de un abogado ajeno a la empresa.
La opción más económica es contar con un bufete o despacho no demasiado grande pero con profesionales capacitados. De esta manera usted podría pagarle mensualmente al despacho de abogados una cantidad, en función de los servicios que haya decidido contratar.
En el área de Derecho Laboral y de la Seguridad Social, el abogado de la empresa prestará su asesoramiento en todo lo relativo a la celebración y extinción de contratos, negociación con sindicatos, tramitación de permisos de trabajo para trabajadores extranjeros y como no puede ser menos, asistencia letrada en los procesos seguidos ante los órganos de la jurisdicción social.
Por tanto podemos concluir que para las Pymes y empresarios en general es muy beneficioso contar con un asesor legal. A priori puede parecer un gasto extra, pero con la asistencia de un abogado será mucho más fácil.