La palabra feria proviene del latín feria, que significaba día festivo, y se trata de un evento social, económico y cultural que se lleva a cabo en una sede establecida para tales efectos. Normalmente, suele ocupar un tema o propósito en común. Puede tener por objetivo la celebración de un evento cultural, alguna causa o estilo de vida, generalmente en una forma divertida y variada; pero por lo general el objetivo es la estimulación comercial.
Para encontrar sus orígenes debemos remontarnos del siglo XI al XV cuando en la Europa Occidental hubo un crecimiento importante de las ciudades a la par que un despertar en el comercio a larga distancia, la artesanía y las finanzas.
Consistía en una reunión organizada de numerosos mercaderes en una localidad que tuviera una posición geográfica importante y que permitiera establecer tratos comerciales durante varios días y con periodicidad normalmente anual, con motivo de la fiesta local.
Por razones de espacio las ferias se solían celebrar a las puertas de las murallas, en explanadas abiertas que el crecimiento de las ciudades terminó convirtiendo en plazas cerradas con edificios alrededor (plaza de mercado), muchos de ellos con función comercial estable, y que la continuación del crecimiento del plano urbano terminó convirtiendo en un punto céntrico de la ciudad.
Las ferias más conocidas de la época eran las de: Champagne, Albacete y Medina del Campo.