Desde que España forma parte de la Comunidad Europea las barreras lingüísticas están desapareciendo y es actualmente cuando más inquietudes tenemos por aprender otros idiomas. La bolsa de trabajo no se divide solo por comunidades. Antes un andaluz sabía que si quería encontrar un buen trabajo en Barcelona debía entender y “medio hablar” el catalán pero ahora, un andaluz o catalán saben que el inglés, alemán o chino son idiomas importantes que deben aprender si quieren diferenciar su currículum por encima de otros o comerciar con sus productos fuera de su propio país.
A causa de la globalización de los mercados, muchas personas “chapurrean” ya el inglés y se aventuran con el alemán sacando las titulaciones en academias que han sabido a su vez, aprovechar el tirón y hacer “negocio exprés” con las necesidades lingüísticas actuales.
¿Pero qué ocurre cuando hablan con un cliente?
Se dan cuenta que con su inglés no son capaces de estar a la altura en conversación y quedan en evidencia frente a nuevos clientes o inversores.
Muchos de los jóvenes actualmente deciden viajar a países del norte de Europa para tener contacto con el idioma real y aprender lo necesario para mejorar sus conversaciones.
Las academias enseñan lo justito para que lo pagado se vea recompensado pero pocas veces salimos hablando correctamente.
De igual forma, los ingleses y alemanes que viajan a nuestro país buscando nuevas oportunidades o acuerdos empresariales se encuentran con que el idioma que conocían como Español en sus academias, aquí más bien parece “lengua de indios” y en la mayoría de ocasiones se ven obligados a contar con Traducciones en el ámbito del marketing para redactar un texto formal o dar una conferencia.
Buscar una agencia de traducción económica-financiera que nos saque del apuro puede resultar una difícil tarea, por eso es mejor antes de aventurarse a viajar a otros países salir del nuestro con un traductor profesional competente.