Recientemente nos despertamos con la triste noticia del fallecimiento de la diseñadora de moda Sita Murt a causa de una larga enfermedad. Tras estas palabras se esconden enfermedades de larga duración y por lo general de progresión lenta. Por término medio, toda enfermedad que tenga una duración superior a seis meses puede considerarse como de larga duración.
Dicha problemática, trasladada al mundo del trabajo se plasma en la dificultad o imposibilidad de trabajar o de desempeñar un determinado puesto de trabajo. Este hecho que puede impedir a una persona a tener una vida laboral plena, se considera situación legal protegida por la seguridad social, por ello es importante buscar el asesoramiento y la ayuda de abogados especialistas en larga enfermedad si no podemos desempeñar nuestra labor en nuestro puesto de trabajo.
La incapacidad para el trabajo tiene un coste social importante, tanto para el propio individuo y su entorno familiar; como para la empresa y el Estado. En España el gasto dedicado a la prestación de Incapacidad Temporal (IT) , supone un 6% de todo el presupuesto de la Seguridad Social.
Las 4 características que definirían una larga enfermedad serían:
- Agotamiento de las posibilidades terapéuticas, el paciente ha estado sometido al tratamiento prescrito y tras haber sido dado de alta médica presenta aún problemas anatómicos o funcionales.
- Limitaciones funcionales que disminuyen o anulan la capacidad de trabajar .
- Cronicidad, larga duración.
- Posibilidad de revisión por mejoría o agravación.
En conclusión, podemos decir que la incapacidad permanente es la situación en que un trabajador no puede realizar su profesión habitual y/o cualquier tipo de profesión que tras su reconocimiento da lugar a percibir una pensión.